Las bisagras son una pieza esencial en cualquier puerta y existen diferentes tipos de bisagras disponibles para cumplir con las necesidades de diferentes aplicaciones. Entre los diferentes tipos de bisagras, las bisagras rectas, acodadas, y semiacodadas son las más comunes. Cada uno de estos tipos de bisagras tiene características y usos específicos que los hacen ideales para diferentes aplicaciones.
La bisagra recta es el tipo más común de bisagra. Es una bisagra simple que se compone de un cuerpo y un pin. Estas bisagras son ideales para puertas interiores y se utilizan en la mayoría de las aplicaciones domésticas. Son fáciles de instalar y se caracterizan por su estabilidad y durabilidad.
La bisagra acodada es una bisagra con un ángulo de 90 grados en su cuerpo. Estas bisagras son ideales para puertas que se abren hacia fuera y se utilizan comúnmente en las puertas de entrada y las puertas de garaje. El ángulo de 90 grados permite que la puerta se abra más lejos de la jamba, lo que facilita el acceso a la puerta.
La bisagra semiacodada es una bisagra con un ángulo menor de 90 grados en su cuerpo. Estas bisagras son ideales para puertas que se abren hacia adentro y se utilizan comúnmente en puertas de armarios y puertas correderas. El ángulo menor de 90 grados permite que la puerta se abra más cerca de la jamba, lo que ahorra espacio en el interior de la habitación.
En resumen, las bisagras rectas, acodadas y semiacodadas son las tres principales categorías de bisagras disponibles en el mercado. Cada uno de estos tipos de bisagras tiene características y usos específicos que los hacen ideales para diferentes aplicaciones. Es importante elegir el tipo adecuado de bisagras para su proyecto para garantizar una apertura y cierre suave y seguro de las puertas.
